Vuelvo a la sala de lectura, me siento en el sofá, regreso al mundo de Las mil y una noches de Burton. Y el mundo real a mi alrededor se va borrando poco a poco igual que las imágenes de la pantalla en un fade out. Me quedo solo. Me adentro en el mundo que late entre las páginas. No hay nada que me guste más.
Haruki Murakami. Kafka en la orilla. (Página 94)