Decían que vivía en Valparaíso. Que escribía poemas. Mi padre lo atendía e intercambiaba palabras con él. Era un tiempo en que ir a comprar se transformaba en un acto social. Cada cliente contaba una historia. Se desahogaban mientras hacían sus pedidos. Allí, en medio de aquellas personas que no lo reconocían, Pablo Neruda pagaba y se iba con su pequeño paquete de jamón crudo bajo el brazo. Yo lo veía alejarse y después lo identificaba con su característico gorro en el libro de lectura.

Manuel Peña Muñoz. Valparaíso, la ciudad de mis fantasmas. 📖🚎