Me salvo el vecino.

 Siguiendo el consejo de un amigay rente un cuartito en una zona popular, al principio me daba miedo, pero una vez rentado el cuartito la puteria me hizo olvidarme de todo… los primeros días éxito total, llevaba a mis chacalitos de confianza, pero conforme pasaban los días me iba dando cuenta que en esa zona también había muy buen material, la voz se empezaba a correr, de que yo era gay y “alivianaba” a los chavos. Ahora cada que llegaba chavitos de todas las edades me saludaban, me hablaban, me chisteaba, me sentía soñada yo… pero esta historia no se trata de ellos, sino de un vecino de treinta y tantos que vivía en la casa de enfrente, su esposa era una señora gordita que trabajaba de lunes a viernes en casa de sus patrones, el señor se dedicaba a la construcción, por lo cual mantenía un cuerpo bien trabajado, moreno, fuerte, siempre me saludaba pero hasta allí.

Una noche yo estaba discutiendo con un chacal que quería acción pero yo ya no tenía dinero y se veía que venía drogado lo cual me dio más miedo aun, en eso sale el señor en cuestión con machete en mano:

 — ¿Qué pedo? ¿Qué está pasando vecino?

 Dijo el señor en tono agresivo, lo cual hizo que el chacal saliera disparado…

— ¡Ay gracias vecino!, no sabía cómo quitármelo de encima

— Tenga cuidado, por aquí hay mucho drogo y ratero

— Si vecino, tendré más cuidado

— ¿Y qué quería el vato ese?

— Nada vecino ya sabe, cotorrear, pero ahorita ando en ceros y para que arriesgarle.

— Esta dura la crisis ¿Verdad?

— Siiiii

— Andamos igual, no ha caído jale y ando con ganas de unas caguamas.

— Bueno para unas caguamas si tengo, le invito unas si quiere para agradecerle el favor.

 El señor entro a su casa por unos envases vacíos y fuimos a la tienda por unas caguamas y unos cigarros, nos sentamos en el patio de su casa a tomar, empezamos hablar de todo hasta que llegamos al tema sexual. Mientras hablábamos de eso notaba como constantemente se agarraba su paquete que no dejaba de crecer y comenzaba a marcarse una cosa impresionante.

 — Si cabron, como te digo, tiene rato que nada de nada, mi vieja anda embarazada y no quieres prestar.

— ¡Uyyy! Pues que mal, no le vaya a hacer daño guardarse la leche

— No te creas, me la jalo, pero no es lo mismo... y no hay lana ni para una puta barata

— Si, está muy dura la situación vecino.

 Le respondí pícaramente mientras no dejaba de ver como se agarraba su miembro…

 — No sabes cómo quisiera una chupadita aunque sea, que me saque todo el veneno

 Dijo el vecino mañoso mientras acariciaba todo el largo de su miembro

 — Sentir una boquita húmeda que se coma todo mi palo, mis bolas, mi leche…

 Yo no podía dejar de ver su miembro cada vez se dibujaba mejor, juro que hasta las venas de su verga podía mirar.

 — ¡Hay vecino! Pero que cosas dice…. Ya mejor párele que me voy a excitar

 Le respondí en tono jocoso…

 — Jajaja ya ni la burla perdonas ves como ando y sales con tus mamadas…

 Creí que se había molestado, en eso se para y se va a un costado de donde estábamos sentados, saca su miembro y se dispone a orinar…

 — ¡Vale verga!

 Exclamo el señor

 — Quiero miar y esta madre esta dura

 Dijo al mismo tiempo que se volteaba hacia mí para enseñármela…. No lo podía creer era una verga, que diga verga, vergota, el tipo era feo de cara, pero con ese palote lo compensaba, grande, grueso, venudo

 — ¡Ayyy! Vecino aguas con eso me va a sacar un ojo…

— Jajaja te voy a sacar pero las tripas

 Dijo mientras agarraba con orgullo su miembro

 — ¿No me echas una mano con esto?

 A penas oí eso y me lance sobre el…

 — Calmado, calmado, aquí no…. vamos adentro

 Una vez adentro me jalo de los pelos y sin desnudarse me puso a mamarle la verga mientras él se empinaba la caguama…

 — ¡A la verga! ¡Utaaaa! ¡No mames! ¡Que rico! ¡Que rico la chupas!

 Decía el señor mientras me acariciaba los cabellos…

 — Ni mi vieja me la mama así de rico, que buena boca tienes puto…

 Se terminó la caguama, se sentó en un viejo sofá, se quitó el short que traía dejando al descubierto por completo su potente y moreno miembro, unas bolas como de burro colgaban libremente en el sofá, me abalance sobre ellas para chuparlas, mientras el señor se masturbaba y me daba de vergazos en la cara

 — Eso, así, chúpamelas, comete mis huevos puto

 Decía el señor con gran gozo y placer, me tomo de los pelos y me metió su vergota hasta el fondo, me obligaba a chuparla toda, usaba mi cabeza como si de un juguete sexual se tratara, el llevaba el control de la mamada, era muy salvaje, me lo hacía rudo, fuerte y eso me enloquecía….

 — Abre bien la boca, cómetela toda, toda por completo, hasta los huevos…

 Me decía mientras me hundía más su vergota en mi garganta….

 — ¡Ahhhhhhhh! Que ricoooo ¡Que rico! ¡No mames! Ya te la comiste toda, ¡Ufff!

 Mis ojos lloraban pero el placer era mayor, tenía toda su vergota morena en mi garganta, me la saco de golpe, se paró y fue a un cuarto por algo, momentos después salió con un botecito de crema

 — Ponte en 4 te quiero coger…

 Me decía el señor mientras se llenaba su pesado y fuerte miembro de crema… Yo ni tardo ni perezoso obedecí me puse en 4, me lleno de crema el culo, me metió tres de sus duros y callosos dedos en mi culo…. y sin avisar, con mucha fuerza, me metió su chilote en mi culo.

 — ¡Ayyyyyyyy! ¡Ahhhhhhhhhhh! ¡Dueleeee!

— ¡Cállate puto! Ya me calentaste, ahora te aguantas

 Decía lleno de deseo ese señor mientras me timaba de los cabellos y comenzaba a metérmela y sacármela sin piedad, duro, rápido, constante, sus huevos chocaban con los míos, su verga penetrándome el culo hacia ruido como cuando aplanas pechugas… era una bestia un salvaje, solo buscaba su placer, a mí me dolía, pero no quería que se detuviera, me tomo de las caderas y más adentro me clavo su vergota que entraba y salió de mi floreado culo sin resistencia por la crema….

 — ¡Puta madre cabron! ¡Que buen culo tienes! ¡Pinche culo calientito! ¡Rico! ¡Apretado! ¡No mames! Fueras vieja seria mi perra

 Exclamaba lleno de éxtasis mientras me nalgueaba

 — Y estas nalgas, suaves, grandotas, bien ricas….  ¿Te gusta? ¿Te gusta cómo te cojo putito?

 Me preguntaba todo enloquecido mientras sus manos apretaban mis pechos

 — Si papi, me gusta, me encanta como me coges, dame duro, dame más duro, hazme tu puta, préñame, rómpeme el culo

— ¡Voy a hacer que te cagues pinche maricon!

 AL decir esto arrecio aún más sus potentes embestidas empujándome contra ese viejo sofá, dejando caer todo su peso sobre mí, metiéndome más y más la verga….

 — Apriétamela ¡Apriétame mas la verga!

 Exigía el señor

 — Si papi, siiii, te gusta, ¿Te gusta cómo te muerdo la verga?

— Eso perra arránqueme la verga a con tu culo…

 En eso me saca la verga de mi culo, se vuelve a sentar en el sofá y me dice:

 — ¡Órale puta! ¡Matate sola!

 Mientras el sostenía su duro, grueso y recto pene en la mano, podía ver restos de caca y sangre, el muy cabron me estaba reventando el ano…. Pero eso no me importo una verga así no se encuentra todos los días… obedecía y me monte en esa verga dejándome hacer de un solo jalón aplastándole los huevos….

 — ¡Ahhhhhhh!

— ¡Ayyyyyyy!

 Gritamos los dos al mismo tiempo por el placer y dolor,

Puse mis pies sobre el sillón para poderme dar más a gusto los sentones, arrancándole gemidos de placer al señor en cada sentón

 — ¡Eso puta! eso muévete así, en círculos, cómetela toda, hasta el fondo, siéntate bien, ¡Ufff no mames! ¡Que buen culo cabron!

 Sus palabrotas no hacían más que prenderme

En eso me toma de las caderas y me detiene, ahora era él el que me estaba taladrando como un animal me cogía, metía y sacaba su riatota a placer de mía dolorido ano arrancándome gemidos de placer

 — ¡Ayyyy! ¡Ayyyy! ¡Ayyy! Papi ¡Ayyyy! ¡Nooooo! ¡Ahhhhhhhh! ¡Me vengo, me vengo!

 Le gritaba, su vergota estaba atacando mi próstata como nunca antes me lo habían hecho, sin siquiera tocarme de la nada mi culo aprisiono más su verga y de mi pitoris salieron chorros de leche que fueron a caer al piso.

 — ¡No mames! ¡Que rico!

 Grito el señor! Mientras aceleraba más el ritmo, me jalo hacia el tragándome toda su verga por completo, el seguía moviendo su pelvis taladrándome aún más….

 — ¿Donde los quieres perrita?

 Me pregunto el señor

 — En la cara papi, échamelos en la cara….

 Me pare, me hinque y comenzó a mamarle su verga como si mi vida dependiera de ello… el señor solo echo la cabeza apara atrás en señal de placer, su cuerpo se tensaba, los dos estábamos súper sudados, el cuarto olía a sexo, a hombre a culo…. un fuerte grito me anuncio el inminente suceso.

 — ¡Arrrrrghhg! ¡Me vengo! ¡Me vengo!

 Grito el señor mientras me tomaba de la cabeza hundiendo su vergota hasta la garganta… chorros de leche cayeron directo en mi garganta, como pude me sabe y seguí chupándosela, haciéndolo retorcerse placer…. Que rica verga, que rica leche, sabia dulce, deliciosa, seguí mamándosela, hasta que su miembro empezó a perder fuerza…

Yo me tumbe en el suelo para recuperar el aliento, el hizo lo mismo en el sofá…

 — ¡No mames cabron! ¡Qué buena boca y culo tienes! De haberlo sabido te hubiera cogido desde antes… no que uno aquí pasando hambre.

— Pues ya sabes papi, cada que quieras me encuentras aquí enfrente…

 Le conteste mientras le daba sus últimos besitos a esa vergota y esos huevotes.

Me pare fui al refri por su ultima caguama se la di y comencé a vestirme mientras el disfrutaba de un cigarro…

 Historias como esta tengo muchas, pero se las contare más adelante.